Seguramente, habrás oido hablar de las paradisiacas playas de Sri Lanka. Lo que tal vez no sabes es que Sri Lanka es conocido como el País de los Mil Nombres. Lanka, Taprobane o Ceilán son algunos de ellos. Sin embargo, hay uno que a mí me gusta especialmente: Serendib. Es el origen de mi palabra preferida, serendipia, cuyo significado es “hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual”. Eso es exactamente lo que me ocurrió con este maravilloso país. Llegué de manera inesperada, y fue sin lugar a dudas una revelación inestimable descubrir las playas de Sri Lanka.
Ignorado durante años como destino turístico, debido principalmente a su inestabilidad política, Sri Lanka ha despertado, y en la actualidad, completamente recuperado de su reciente guerra civil, se ha convertido en un rincón realmente interesante.
El país, considerado una joya en medio del océano Índico, practica una modernidad muy respetuosa con sus tradiciones ancestrales, ofreciendo al visitante todas las comodidades, pero en un entorno legendario y encantador.
Sri Lanka brinda infinidad de opciones al viajero, y ninguna de ellas le dejará indiferente. Sus interminables playas de arena fina y olas excepcionales para surfear, sus rincones exquisitos, donde practicar yoga no es un placer sino un privilegio, o su exótica y salvaje fauna, unido a su mezcla de culturas, hacen de este destino una elección más que atrayente.
Si te decides a visitar esta combinación de prodigios, la mejor época para viajar a Sri Lanka es de diciembre a abril, sobre todo si visitas el sur del país, ya que coincide con la temporada seca, y la temperatura es perfecta para descubrir todos los tesoros ocultos que esconde la región.
Surf en Mirissa: las mejores playas de Sri Lanka
Bañado por el océano Índico y con cerca de 1.500 km de costa, Sri Lanka se ha convertido, en los últimos años, en un destino muy popular entre los surfistas. Cuenta con diversos spots muy apreciados por los apasionados de este deporte, ya que podemos encontrar en ellos olas de categoría mundial y los precios son más económicos que en otros típicos destinos surferos.
La costa este es una de las zonas más visitadas, pero en la época libre de monzones suele estar bastante atestada, por eso yo te recomiendo el sur de la isla, donde las olas son de gran calidad igualmente, pero la afluencia de turismo es menor.
LA COSTA SUR. MIRISSA
Entre mis puntos preferidos, Mirissa en Sri Lanka Sur, cuenta no sólo con buenas olas, sino también con una oferta turística muy interesante, donde degustar su rica y especiada gastronomía. En esta zona podrás además visitar templos milenarios, o realizar excursiones en las que avistar diferentes cetáceos, no lejos de la costa y otros animales como elefantes o monos en el interior.
La playa de Mirissa, en la costa suroeste de Sri Lanka, recibe oleaje constante todo el año. Eso si, las mejores condiciones para surfear se dan cuando el swell de suroeste se combina con vientos del norte. Su fondo es de arrecife, por lo que es más apropiada si tienes algo de experiencia. La mejor ola es la derecha que arranca desde una esquina de la bahía.
Pero no te preocupes, si eres principiante encontrarás otras playas en el sur de Sri Lanka, como Weligama o Hikkaduwa, con fondos de arena, donde podrás conocer las pesadas, pero suaves olas del índico. Estos spots ideales para aprender, se encuentran cerca de Mirissa y podrás llegar a ellos en tuk-tuk o en tren en muy poco tiempo.
Otra de las ventajas que tiene esta extraordinaria zona de Mirissa es que cuenta con una concurrida vida nocturna. Numerosos restaurantes, cafés y bares, en los que podremos relajarnos después de una buena sesión de surf. Podrás escuchar música, cargar pilas con una suculenta cena de pescado o marisco fresco del día o deleitarte con los maravillosos atardeceres, cóctel en mano, en chiringuitos que alargan la fiesta hasta el amanecer.
Yoga y meditación, el lado espiritual de Sri Lanka
El yoga, originario de la India, llegó a Sri Lanka, directamente desde allí, hace cientos de años. Con el paso del tiempo se fue convirtiendo en una práctica habitual entre los locales. Hasta tal punto que el templo de Muruga en Katirgama, al sur del país, se considera la cuna del Kriya Yoga de Babaji, una síntesis del Yoga Clásico.
Actualmente Sri Lanka es uno de los destinos más populares para los amantes de esta disciplina milenaria, no sólo por la espiritualidad que se respira en la mayoría de sus rincones, o en sus numerosos templos, sino también porque el país ofrece unos escenarios naturales únicos, que aportan la tranquilidad y el ambiente perfectos para la práctica del yoga y la meditación.
Tanto si eres un experto yogui como si te acabas de iniciar, en Sri Lanka podrás aprender y desarrollar este deporte, con monitores experimentados y en lugares paradisiacos, como una playa silenciosa y perfecta, el valle verde al pie de una montaña, en medio de una selva tropical o disfrutando de un atardecer mágico, que te ayudarán a conectar tu cuerpo y tu mente.
En la zona de sur de Sri Lanka, cerca de la playa de Mirissa, se encuentran numerosos centros que te permitirán combinar surf y yoga, o dedicarte únicamente al segundo, en uno de esos rincones perfectos, pero sin tener que renunciar al resto de actividades que ofrece la región.
No solo hay playas en Sri Lanka
Aunque el surf y el yoga son los motivos principales por las que muchos viajamos a Sri Lanka, el país tiene un millón de actividades interesantes que realizar. Por ello, te recomiendo que reserves algo de tiempo en tu viaje para alguna de ellas. Seguro que encontrarás más de una apetecible, puesto que las hay para todos los gustos.
TEMPLOS Y TRATAMIENTOS AYURVÉDICOS EN SRI LANKA
Si el principal motivo de tu viaje a Sri Lanka es el yoga, no dudo que apreciarás también las visitas a sus numerosos templos, y quizás podrás experimentar con un tratamiento ayurvédico. Esta medicina tradicional de la India, que previene enfermedades tratando el cuerpo y la mente, está muy extendida por todo el país. Existen numerosos centros donde tendrás la posibilidad de iniciarte en sus enseñanzas y probar uno de sus relajantes y terapéuticos tratamientos.
OTRAS ACTIVIDADES MARINAS
Sin embargo, si lo tuyo es el mar, y el surf te ha traído hasta estas preciosas costas, seguro que te apetecerá deleitarte con las otras maravillas que el océano Índico te tiene reservadas. Con un simple equipo de snorkel y sin profundizar mucho, los arrecifes maravillosos seducirán tu sentido de la vista, ofreciéndote imágenes realmente bellas. Por no hablar de las tortugas, que viven en la zona y salen a alimentarse durante el día. O de los cientos de peces diferentes que podrás observar, cada uno más bello que el anterior.
También en el mar, y en este caso desde el puerto de Mirissa, zarpan barcos para el avistamiento de distintas especies. La más espectacular es, sin duda alguna, la ballena azul, por sus colosales dimensiones. Evidentemente que las veas o no depende de la suerte, pero partimos con una posibilidad de éxito del 85 por cierto, por lo que no suele ser difícil disfrutar de este sobrecogedor espectáculo natural.
LA NATURALEZA SALVAJE DEL INTERIOR
Si dejamos el mar a un lado, y nos adentramos en el interior, el Parque Nacional de Yala, también en el sur de la isla, es el lugar del mundo donde se concentran el mayor número de leopardos. Sin embargo no es el único animal salvaje que encontraremos en este excepcional parque: cocodrilos, elefantes, chacales, ciervos, monos o cerdos salvajes, entre otros, se pueden observar sin demasiada dificultad desde un 4×4, pero eso sí, deberás ir con los ojos muy abiertos, la boca muy cerrada y la cámara lista.
Por último, si te gusta el senderismo, y disfrutar de la naturaleza más salvaje y pura, no te puedes perder una visita a la Reserva forestal de Sinharaja, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1988 y Reserva de la biosfera desde 1978. Esta selva, bastante más inaccesible que otros Parques Naturales de Sri Lanka sólo se puede recorrer a pie, pero la experiencia merece la pena el esfuerzo, sin lugar a dudas.